Chile entre dos terremotos

Andrés Sanfuentes

No se trata de los gobiernos de Piñera y Bachelet, sino de un valioso libro escrito por Elisa y Jorge Quiroz, sobre personajes prominentes entre los terremotos de 1960 y 2010. Resaltan varios rasgos: a) Son padre e hija, esfuerzo poco frecuente; b) Es una obra de una historiadora y un economista, una alianza inédita; y c) Jorge es liberal con tintes de conservador y Elisa de espíritu crítico y reformista, pero lograron conciliar sus visiones y nos entregan una obra destacada.

En este caso, a diferencia de Pirandello, los seis personajes encontraron sus autores y están bien seleccionados, son diferentes y destacados. Resaltan en un país “beige” como lo denomina Pedro Lemebel.

Raúl Sáez, el héroe del Riñihue, fue el líder en la creación y desarrollo de Endesa y propulsor de Iansa y Entel, miembro de los nueve sabios latinoamericanos que asesoraron a la Alianza para el Progreso de Kennedy y ministro coordinador de Pinochet, hasta 1975, en que renunció por su lejanía con del dictador y su oposición a las políticas económicas de los “Chicago boys”. Creador de la Fundación Chile y Premio Nacional de Ciencias. En todo dejaba su huella.

Fernando Monckeberg es otro personaje destacado. Mal alumno (dislexia no tratada), entra a estudiar medicina “por cuñas” y después su trayectoria es brillante, hasta culminar con el Premio Nacional de Ciencias. Su gran aporte es el énfasis en que los problemas se generan en la infancia, a partir del feto materno, a causa de la mala nutrición (“el desarrollo necesita primero la nutrición” y no al revés). Su herencia se concretó en el INTA, CONPAN y “el medio litro de leche” con la marca “Purita”, que permitió el progreso de los más pobres y que los chilenos dejáramos de ser tan chicos.

Nicanor Parra nace en una familia brillante, de genios, pero su infancia fue pobre y de esfuerzo, lo que formó su personalidad fuerte e independiente. El relato de los Quiroz destaca su formación entre la poesía y la enseñanza de la Física; desde el Barros Arana, la Facultad de Ingeniería en la U y Oxford. Su trayectoria entre poetas notables y conflictivos (Huidobro, Mistral, Neruda, de Rokha, entre ellos) conservando su autonomía, es asombrosa, especialmente en lo político. Siempre “lacho”. Gabriela Mistral pronosticó que “Parra será el futuro poeta de Chile” y lo es hasta hoy.

Anacleto Angelini, “don Cleto”, empresario ejemplar. Alejado de quienes se enriquecen “haciendo la pasada”, es un auténtico emprendedor. Se inició en la colonia italiana de Abisinia y llegó a Chile en 1945, acompañado de la maquinaria y equipos para la fábrica “Pinturas Tajamar”. Precursor de las actividades de la pesca, Eperva 1955, y el sector forestal con Maderas Cholguán 1966, ambas de exportación, antes que el resto. No se endeudaba para iniciar sus actividades y estaba “líquido” para aprovechar las oportunidades; se destacaba por su independencia política y el apoyo a la educación de sus trabajadores. Uno de los grandes entre los inmigrantes; chileno “por gracia” en 1994.

Mónica Madariaga, la prima de Pinochet, ministra en un régimen machista, en las carteras de Justicia y brevemente en Educación hasta 1984. Designada en la OEA, dura hasta 1985 por sus críticas al gobierno. Los autores resaltan el mérito de arrepentirse públicamente de haber participado en la dictadura “porque yo colaboré y estuve en el centro de cosas que no han sido buenas” y no sumarse a los que siguen argumentando que “no lo sabían”. Por ello “fue desterrada del mundo político al que pertenecía”.

Pedro Lemebel, miembro de “Las yeguas del Apocalipsis”, que tanto escándalo provocaron. La vida del autor de “Tengo miedo torero” es dramática desde su infancia en el Zanjón de la Aguada hasta la muerte de su cercana madre. También un personaje único, superando su homosexualidad, fuente de continua discriminación. Otro aporte fue su asombroso sentido del humor.

Hay que esperar que los Quiroz nos entreguen otra selección de personajes que muestren que Chile no es un país tan “beige” y que la revolución que le está faltando “sea de naturaleza espiritual y no material... la de un optimismo de cara al futuro”.